martes, enero 30, 2007

Tercera parte.

Florence Griffith



III

Ruth, miraba una y otra vez al reloj. Ya debía estar levantada. El letargo no la dejaba moverse y la modorra era insufrible. La cabeza. ¡Ay! la cabeza.

Parecía que los siete enanos de Blanca Nieves habían encontrado oro en la cabeza de Ruth. Martillaban y martillaban. Movían sus mandarrias y sus picos de arriba hacia abajo, con firmeza y precisión. Martillaban y martillaban.

Siete y treinta de la mañana. A las ocho, tenía que estar en su trabajo. Media hora para acicalarse, vestirse, desayunar y salir. “Sería un record” – Pensó.

La ropa desparramada en el piso, la cartera abierta encima de la cómoda, los zapatos, uno a cada lado de la cama. Se levantó y comenzó a revisar todo: Los bolsillos de su pantalón, los de la chaqueta, la blusa, la cartera.

Olía cada prenda. Bosque, tierra. En medio del aturdimiento, le venían vagas imágenes: Árboles, ramas, arbustos, grama, brisa fresca y después calor, mucho calor.

“No pensé que esa fiesta al aire libre sería así. Jamás imaginé que estaría tan… tan…”

Hacía un esfuerzo por asegurarse de que había estado allí y lo recordaba todo. Pero lo que en realidad tenía en su cabeza, no eran más que sombras, suelo, vegetación, y una jaqueca de los mil demonios que no la dejaba concentrarse en romper el record de la mujer más rápida del mundo. ¡Ah! Y había algo más. El sonido de una sirena, ¿o sería un aullido?

Un baño de agua fría, un café y un analgésico. Luego el maquillaje, la ropa y de último, el cabello a medio recoger. Un ensayo de peinado. Un experimento con peinetas y ganchos. “Ya está, no hay tiempo para más” – dijo.

Ruth, salió disparada. Pensando en su desayuno de acetaminofén y cafeína; pero ya era demasiado tarde, hasta para un vaso de jugo. Además, tenía reunión con su personal en el archivo de los tribunales. Miró nuevamente su reloj de pulsera y pensó que la gente del Libro Guinness debía seguir esperando.

Le encantaba eso de “su personal”. Dos pasantes de la universidad que le habían asignado. Futuros archivólogos, como ella. Mario y Lucia, entusiastas y proactivos, siempre con nuevas ideas y una sugerencia a flor de boca. Muy distintos a Ruth, su supervisora; quien se divertía llamándolos: “Los Archicomodos”

Mario y Lucia se miraban las caras, revisaban una y otra vez sus relojes. A ratos, se quedaban observando fijamente la puerta del archivo, como esperando abrirla con la vista. Hacía ya más de media hora que debían estar dentro del archivo, pero según Ruth, sólo ella tenía la potestad de abrir “La Cámara de los Secretos”.

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(Continuará...)

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Primera parte

Segunda parte

martes, enero 23, 2007

Empanadas


Varios amigos, de distintas ocupaciones, se van a comer empanadas:
El carnicero la pide de carne mechada.
El pescadero, de cazón.
El charcutero pregunta si hay de chorizo.
El quesero dice: “Tostadita de queso, mi pana”
El pollero exige que por favor, la suya sea de caraotas con queso, después suelta una sonora
carcajada.
“Tu siempre la cagas” Bramó el resto, para luego acompañarlo en su risa.
Un poco alejado del grupo, se encuentra un ginecólogo, quien esboza una picara sonrisa mientras piensa en lo que va a pedir.

jueves, enero 18, 2007

Segunda parte.


II

Daniel dio un brinco por el “chillido” del reloj despertador. Hora de levantarse y la implacable resaca, comenzaba a hacer estragos. Su boca agria y pegajosa, pedía a gritos algún sabor mentolado. Sus ojos buscaban cubrirse de cualquier forma del inclemente resplandor que se colaba por las persianas de la ventana.

Había estado la noche anterior en una fiesta al aire libre. Bueno, hasta donde recordaba, así había sido. Pensaba y hurgaba en su memoria, la cefalea se lo dificultaba. Árboles, música, alcohol, hombre y mujeres bailando, imágenes que pasaban con velocidad extrema por su mente.

Parado en frente al espejo del lavabo, pensaba en un lapso de tiempo en el cual no supo de él; un período que quién sabe cuánto transcurrió, y del que no conseguía registro alguno. Bueno, imágenes difusas, si es que a eso se le puede llamar registro.

Después de un baño con agua helada, un café tinto y amargo terminó por espabilarlo. Ya vestido, peinado y con el maletín en la mano, se dirigió presuroso a su oficina en el centro. Era tarde y debía reunirse con Alfonso, su socio, antes de salir para los tribunales.

-Este caso es importante – pensaba en voz alta – Hay que ganar esa demanda a como de lugar, es mucho el dinero que esta en juego. La oportunidad de oro para Alfonso y para mí. Ganamos el caso, reportamos una cuantiosa ganancia para el bufete, nos hacemos de una jugosa comisión y quién sabe, con un poco de suerte, quizás y hasta nos nombren socios.

Daniel y Alfonso, eran dos jóvenes abogados sin mucha experiencia que trabajaban para el escritorio jurídico “Sánchez, Sánchez y asociados”.

Como todo joven recién egresado de la universidad, soñaban con una gran oficina, su nombre en la puerta, la cómoda silla ejecutiva reclinable, el auto de lujo, una cuenta con muchos dígitos separados por puntos y en grupos de tres, y tarjetas plásticas de color dorado que les dieran licencia para adquirir cualquier cosa, lo que el antojo del momento dictara.

Un intranquilo Alfonso, miraba el reloj, pasaba su mano por el cabello engominado y se repetía una y otra vez que este sería el último caso que tomaba con su amigo Daniel.

-Siempre llega tarde, no asume nada con responsabilidad, anda en las nubes, pensando siempre en fiestas y mujeres. No. Es el último caso, lo juro. ¡Ah! Pero me va a escuchar. No me importa que excusa traiga. Me va a escuchar…
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(Continuará...)
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lunes, enero 15, 2007

Peluquería Hermanos Chang


¿Quieres que te tomen el pelo? O prefieres que te lo corten.
¿Quieres ir por lana, aun a riesgo de salir trasquilado?
Pues, visita la Peluquería de los Hermanos Chang. Atendida sólo por mujeres, lo que la hace más interesante. Eso sí, es a su propio riesgo.
Pero no importa, no se quede corto, no se "pele" esta oportunidad, entre, revise hasta el final, que estas peluqueras lo mantendrán al filo...

viernes, enero 12, 2007

Primera parte.


I

Reunión de brujas y hechiceros, en torno a una gran fogata. Fiesta dionisíaca que esta por comenzar. Cortejos y salutaciones se reparten por doquier. El aullido de un lobo y el ulular de un búho, anuncian que el aquelarre va a empezar.

Tambores y flautas suenan sin cesar, la música inunda el ambiente y todos embeben sus cuerpos en ella.

Las llamas suben hasta el cielo y el calor sofoca y arropa. Murmullos y susurros en un idioma ininteligible, danzas alocadas y frenéticas. Ritmo que se acelera, noche que huele a vino y luna.

Escalofríos que advierten la llegada de seres inenarrables e imprevisibles. Íncubos y Súcubos salen del fuego, poseyendo almas y profanando virtudes. Los que estaban, dejan de ser ellos, para ahora ser otros.

Desaparecen las caras y las identidades, quedando sólo carne y deseo. Lujuria desmedida y sin mesura.

Pan y Lilith comandan las huestes, toman las riendas y dirigen la batalla carnal. “Someted y penetrad” - ordena el – “Tomad sus vidas, hasta la última gota” – manda ella.

Los obedientes soldados continúan la lucha, se revuelcan, se rozan, se frotan, se apretujan. Muerden y besan sin compasión, mientras los comandantes observan, intercambian miradas lascivas y se reconocen a sí mismos, como los responsables de aquel amasijo de piel, fluidos y sexualidad.

Al despuntar el alba, cuerpos yertos amortajados por el rocío, despiertan y se incorporan. Algo que sucedió y culminó nadie sabe cómo, dejó una huella indeleble en sus conciencias.

Recogen sus vestidos y se disponen a marchar de vuelta a sus vidas, a sus temores, a sus anhelos, a sus errores. En sus cabezas, repiquetea un “Qué pasó”, en sus bocas, el sabor de lo sentido.

Desde el averno, Pan y Lilith se regodean: "Una vez más, hemos vencido."

En el cielo, ángeles y serafines se mofan: "Tontos, sólo sembraron en ellos, la semilla de la pasión... "
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(Continuará...)

jueves, enero 04, 2007

Una canción para la Magdalena


Amigos, tiempo sin compartir con ustedes poesía. Y dentro de los "buenos" aun vivos, uno de mis preferidos: El genio de Ubeda.


Si, a media noche, por la carretera
que te conté,
detrás de una gasolinera
donde llené,
te hacen un guiño unas bombillas
azules, rojas y amarillas,
pórtate bien
y frena.
Y, si la Magdalena
pide un trago,
tú la invitas a cien
que yo los pago.
Acércate a su puerta y llama
si te mueres de sed,
si ya no juegas a las damas
ni con tu mujer.
Sólo te pido que me escribas,
contándome si sigue viva
la virgen del pecado,
la novia de la flor de la saliva,
el sexo con amor de los casados.
Dueña de un corazón,
tan cinco estrellas,
que, hasta el hijo de un Dios,
una vez que la vio,
se fue con ella.
Y nunca le cobró
la Magdalena.
Si estás más solo que la luna,
déjate convencer,
brindando a mi salud, con una
que yo me sé.
Y, cuando suban las bebidas,
el doble de lo que te pida
dale por sus favores,
que, en casa de María de Magdala,
las malas compañías son las mejores.
Si llevas grasa en la guantera
y un alma que perder,
aparca, junto a sus caderas
de leche y miel.
Entre dos curvas redentoras
la más prohibida de las frutas
te espera hasta la aurora,
la más señora de todas las putas,
la más puta de todas las señoras.
Con ese corazón,
tan cinco estrellas,
que, hasta el hijo de un Dios,
una vez que la vio,
se fue con ella,
Y nunca le cobró
la Magdalena.



Una canción para la Magdalena

Letra: Joaquin Sabina.
Música: Pablo Milanes
Disco: 19 Días y 500 Noches
Año: 1999

Si quieres disfrutar del video, pincha acá o copia la dirección en tu buscador:

http://www.joaquinsabina.net/2006/08/12/video-una-cancion-para-la-magdalena/

miércoles, enero 03, 2007

Pensando aquí, como los locos...


¿Cómo le habría ido a Pavlov, si en lugar de un perro, hubiese utilizado un loro?

Si en la serie, hubiesen cambiado a Batman por Birdman. ¿Las cosas habrían resultado mejor para el Pingüino?

¿Si el Hombre Araña? ¿Es marica? ¿Y si pellizca? ¿También?

¿Oliva se habría molestado, si Popeye hubiese echado su aceite en las espinacas?

¿Qué habría resultado, si hubiesen juntado, en una misma serie, a Maguila, a Simiolón y a Lancelot Link? Seguramente una monería

martes, enero 02, 2007

Lista de propósitos para este año


  1. Bajar de peso.
  2. Comer más sano.
  3. Visitar a todos mis familiares.
  4. Estar más pendiente de mis amigos.
  5. Ayudar a todo el que me necesite.
  6. Ser mejor persona.
  7. Hacer cada vez mejor mi trabajo.
  8. Trabajar por el bien de mi país.
  9. No pensar en bienes materiales.
  10. Abandonar toda postura contraria al gobierno de mi país.
  11. Y por sobre todas las cosas: NO DECIR MENTIRAS


    PELIGRO...! PELIGRO...! PELIGRO...!

    LA ULTIMA PRERROGATIVA ELIMINA A LAS 10 ANTERIORES

    PELIGRO...! PELIGRO...! PELIGRO...!

    ADVERTENCIA:

    TODOS LOS SISTEMAS DE SEGURIDAD HAN SIDO ACTIVADOS.

    FUERON ELIMINADAS 10 PRERROGATIVAS Y SUS CLAVES DE ACCESO FUERON REVOCADAS TEMPORALMENTE.

    POR FAVOR, RENUEVE SUS CLAVES DE ACCESO Y SUS PRERROGATIVAS.

    Y POR LO QUE MÁS QUIERA: PIENSE BIEN ANTES DE CREAR SU LISTA