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.-Señora Mercedes, tiene que ponerse el uniforme.
-Pero de cuándo acá mijo, ni que estuviera en la escuela.
-Es que se trata de una nueva disposición doña Mercedita.
-Ya yo estoy muy vieja para eso, déjate de zoquetadas.
-Señora Mercedes, tiene que ponérselo, esa orden viene de arriba.
-Ni que me lo pida el mismísimo hijo de la...
-Señora Mercedes, cuidadito con lo que dice.
-Iba a decir, hijo de la Santísima Trinidad.
-Y con lo religiosa que es usted. Bueno, en fin, aquí tiene el uniforme, póngaselo por favor. Qué quiere, que me multen.
-Me sabe a bo...
-Doña Mercedes, por favor.
-Iba a decir, a borra de café.
-Ah.
-Mire mijito, y quién inventó eso.
-Es un nuevo reglamento. Ahora hay que proveerles de uniformes. Bueno, fíjese que hasta se les habilitó un comedor, y pronto se le reducirá el horario.
-¡Cómo es la cosa! O sea que voy a ganar menos, porque mientras menos trabajo...
-No señora Mercedes, ahí vemos como cuadramos eso, quédese tranquila, pero lo que si le voy a pedir es que por favor, se ponga el uniforme.
-Pero por qué me quieren obligar, Santo Dios, Cristo Bendito y Virgen Pura.
-Ya le dije que no es cosa mía. Eso viene de arriba, y usted sabe que lo que dicen o inventan, es ley y hay que cumplirla. Pero mire, todas las semanas se los vamos a estar cambiando. Siempre será uno distinto.
-Tengo cincuenta y cinco años ejerciendo esta profesión, y siempre lo he hecho de la misma manera y método.
-Más a mi favor señora Meche. Se trata también de ofrecerle variedad al cliente. Muchas veces son ellos quienes lo piden.
-La verdad es que a mi me han pedido muchísimas cosas raras, pero nunca que me ponga un uniforme. La cosa siempre ha sido así, al natural.
-Buenos señora Mercedes, pero las cosas cambian. Y no se hable más. Vaya a su habitación y se pone este uniforme de enfermera, rapidito que ya están por llegar los clientes.
-Qué ocurrencia Santo Cristo, qué ocurrencia.
-Vaya mi doña, vaya. Y acostúmbrese, mire que la semana que viene le toca el de bombera.
-Y la manguera te la iré a meter por el...
-Ya señora Mercedes, cálmese. ¡Caramba! Gracias a Dios que esta señora ya está por jubilarse.
-¡Qué estás diciendo tú allí!
-Nada señora Mercedes, que no olvide lubricarse.
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4 comentarios:
JAJAJAJAJAJAJA ¡Estos fetiches de ahora!
Sí, se ve cada cosa...
ratoncito!!!!!! eso de los uniformes está medio hitleriano, no te parece?.
Un besote! buenísimo este post
Perro! No me quiero imaginar cómo va a parar tu mentecita a estas historias...
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